Sana sanita

"Sana, sanita, culito de rana...si no se te cura hoy, se te curará mañana" era lo que mamá le decía cuando se caía y se hacía pupa en la rodilla.

Era como una tirita emocional que cerraba con un beso y garantizaba al 100% que aquello se iba a curar... haciendo que ese dolor y ese momento no duela tanto y no se infecte más...

Y como ese 'Sana, sanita...' , hay veces que se necesitan palabras de otro para sanarte.

Que te escuchen.

Que te abracen.

Que te den cariño.

Que te acompañen a encontrar esa puerta que hace tanto tiempo que está cerrada..

-"Porque hay algo grande que une a las personas, no crees? - le dijo su compañera mientras recogían juntas para salir de la faena.

Y es la capacidad de vernos desde el corazón. - continuó sabiendo que se estaba poniendo más intensa. Al darse cuenta, sonrió. Pero quería acabar su discurso porque estaba emocionada contando la especial relación que tenía con su primo. Es que cuando estás en un profundo sentir, tu mente cierra por vacaciones.- finalizó.

Más allá de parecerle pesada o intensa, estaba encantada. Cada vez que coincidía con ella se respiraba cosas bonitas. Como cuando conectas tus cables esenciales y descubres esa bomba de sabiduría interna. Era como encender La Luz en una habitación oscura. Tu luz.

Ella miraba ahí justamente. En ese momento no le interesaba nada más.

Y en ese instante el ego, el miedo, la inseguridad, la tristeza o el enfado fueron humo.

Y ahí quedó. Perpleja con esas palabras de su compañera leona que la aislaron por un momento de burbuja adentrándose en ella misma, reiniciándose.