Mira que eres rara...
- lourdescalero
- 2 feb 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 8 feb 2023
“Mira que eres rara…” - acabó diciéndole su amiga mientras conversaban en la cena.
La conocía de vista; venía a comprar el pan los fines de semana a la panadería de mi madre, donde yo solía ayudarla por las mañanas. Era muy educada y agradable, y a veces entraba a las bromas de mamá, aunque se sonrojaba a menudo, quizás por timidez a pesar de conocerla desde que era pequeña que, en ese caso, iba acompañada de su abuelo, siempre reservada con aire soñadora.
“Sí, es cierto que siempre me ha transmitido algo especial y que tendrá sus cosas, pero de ahí a decir que es rara…tampoco”- me dijo mi madre cuando le pregunté por ella a la mañana siguiente.
Mi madre, a pesar de que es mayor, es una persona muy abierta de mente, el haber tratado con mucha gente junto a su naturaleza la había hecho así.
Yo estaba encantada pues al final parte de esos genes los llevaba yo heredados, aunque cierto es que cada persona es un mundo, y todo el mundo nace y se hace a sus vivencias y a lo que le gusta.
Nacemos siendo auténticos, libres y poco a poco nos vamos convirtiendo en copias repitiendo lo mismo que otras personas para sentirnos parte de algo y esquivar las amenazas que quizás a veces surgen en nuestra mente, el miedo al qué dirán, a no ser aceptado, a… no sé, quizás excusas. Excusas o no, a veces hay ciertas cosas que te llevan a hacer unas cosas y otras.
Dónde está el límite de lo normal o de la normalidad? Y después las conclusiones…
Reservada o charlatana, tímida o extrovertida, alegre o triste, rubia o morena, optimista o pesimista, soñador o realista, joven o mayor, apañada o torpe, valiente o cobarde, sensible o no… miles de adjetivos que se supone que definen a una persona que la hacen tan válida como otra siempre.
Mayoría o minoría de costumbres o quehaceres, qué más da?
Lo normal es ser tú, tal cual eres; hacer lo que sientes. Se supone que quien te quiere te respetará tal y como eres sin poner en duda la normalidad de los actos, queriéndote y aceptándote así, no? .
Llegó el día que coincidí con ella, y me tocó atenderla.
“Lo normal es hacer lo que está en tu mano para ser feliz. Y punto. “- pensé en decirle tajantemente cuando la tuve delante; pero en esta ocasión, el miedo al que dirán lo tuve yo.

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