Año Nuevo
- lourdescalero
- 3 ene 2023
- 2 Min. de lectura
“¿Qué le pides al año nuevo?” Es una de las preguntas más comunes que solía escuchar en estas fechas.
Por tradición, por cambio de números, por creencia, por fe… Por un motivo u otro, acababa todo el mundo haciendo resumen del año y esperando distintos deseos en el año que comenzaba.
El tiempo se escapa de control, y fluye sin cesar.
Lo pasado queda allí.
Lo futuro inicia, como inició en realidad ayer, como inició hace un mes, o como iniciará mañana…
Cada instante se presenta como una oportunidad que en parte depende de la prudencia, de la voluntad o de las decisiones de cada uno.
Risas que hacen feliz, momentos tristes que hacen fuerte… grandes vivencias y aprendizajes.
Aprendizaje al final que cada uno lo gestiona -creía ella- para ser feliz, sea cual sea el momento que viva. Siempre pensaba que la felicidad debía estar como vivencia y no solo como meta final. Felicidad en el camino.
“¿Qué le pides al año nuevo?” - Le preguntaron directamente a ella.
“Si todo fuera tan fácil y real -dijo- a nivel general y no personal, además de lo básico como es la salud, pediría paz. Paz y bondad por doquier.
Que los ricos dejen de ser tan tan ricos y los pobres tan tan pobres. Que se reparta la bondad en trocitos pequeñitos para que nadie se quede sin tener su porción de comida, de cariño, de hogar…
Que las armas se encallen y los altos cargos del terror se caigan por sus empinadas escaleras y pierdan la razón hasta que olviden que quiénes son y acaben volando sin dirección, de esquina a esquina y de rincón a rincón”
(…) “Quizás me he dejo llevar por una emoción inconsistente” - dijo suspirando tristemente. Deseaba demasiado y quizás sonaba como mensaje idealizado desde la niñez
Mientras soñaba y deseaba el reloj seguía su marcha, y, sin saberlo, le dijo: “este año puede ser distinto si te abres a ti misma, a lo que te rodea, si rompes con tu egoísmo, si empiezas a vivir no para ti mismo, sino para tantos corazones que encontrarás en los mil cruces de camino de este año que ya ha comenzado. Acciones y no solo pensamientos.”
Era soñadora y luchadora, por lo que este año decidió tras la reflexión del reloj, decidió sembrar semillitas para poder recoger frutos de todo aquello que soñaba y deseaba. Bondad, nobleza, amor.
Por millones de buenos momentos felices compartidos plenos de salud.
…Que el amor sano en todas sus vertientes, gane.
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