La vida no es perfecta para ser maravillosa

Creo que en la vida se tiende a quejarse y exigir una perfección donde no la hay; es imposible lograr la perfección absoluta, al menos eso dicen.

Podría ser contraproducente ya que la felicidad no depende de lo que uno posee. Ser demasiados exigentes trae consecuencias. Si nadie supera su objetivo, o el estándar que pretende, se produce una gran insatisfacción. No se trata de conformarse, ¡ojo! No voy por ahí...Todo el mundo tiene sus ilusiones, y por nada en el mundo hay que dejar de ser soñador.

A lo que vengo, no hay una vida perfecta, nadie puede garantizar la felicidad por ser famoso, rico, o atractivo. La vida es cuesta arriba, a veces recta, y a veces cuesta abajo y, para disfrutarla al máximo, hay que aprender día a día de las experiencias vividas.

Mientras se intenta alcanzar la perfección, nos podemos perder todo lo maravilloso que nos brinda la vida y todo aquello que acontece a nuestro alrededor. Hay que vivir, y que esa sea la mejor aventura.

Como decían en la Cenicienta: la vida no tiene que ser perfecta para ser maravillosa.