Vive

Tener prisa para crecer y acabar por suspirar por lo rápido que pasó todo.

Trabajar para ganar dinero y después perder el dinero para recuperar o mejorar la salud.

Pensar ansiosamente en el futuro y olvidar el presente, y aún así no vivir ni el presente ni el futuro.

Morir sin haber vivido.

Cuánta gente va corriendo de aquí para allí sin llegar a valorar si necesitaba ir deprisa o poder haber hecho lo mismo a otro ritmo?

La prisa no es un valor añadido. No se es ni mejor persona ni profesional por ir rápido a los sitios, o porque expresa lo estresadísimo que está.

La vida está hecha de contradicciones.

Parar, reducir, contemplar, mirar al alrededor...

El tiempo no es algo que deba consumir en grandes cantidades. El tiempo es algo para saborear, incluso cuando hay que terminar un informe con carácter urgente, o dos...o los que sean! La calidad de ese trabajo hecho no será mayor si lo realizo estresada. Ni soy más creativa por ello, ni la vida me va mejor por hacerlo así. Hacer muchas cosas por el simple hecho de hacerlas y no disfrutarlas es como no hacer nada.

La oportunidad es diaria y decido simplificar la vida. Sí. Intento no preocuparme más por situaciones que no están en mis manos en las que el curso natural del tiempo las resuelve, ni intento correr por correr. Ni hacer por hacer, ni estar por estar. Desconectar de todo para disfrutar de otros momentos. Fluir. Estar presente, disfrutar, observar lo que acontece. Dedicar tiempo a la vida. Disfrutar del momento. Atender el momento.

Como decía el escritor escocés Stevenson: "tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir y sentir"

Los minutos que puedo ganar corriendo, no compensa lo que se pierde en calidad de vida.

Así, así le doy la bienvenida al 2018; sin prisa, porque el tiempo con calidad es oro

No va más rápido el que más corre. Tómate tu tiempo y vive.